William Brockhaus es un ex-manager del famoso artista Luis Miguel. En semanas recientes, ésta persona, con ayuda de su abogado, ha interpuesto una demanda por la vía civil ante un tribunal norteamericano debido a que Luis Miguel incumplió presuntamente un contrato que habían acordado en Julio de 2012 y por lo cual exige una cantidad superior a los 2 millones de dólares.
En dicha demanda se alega que en 2012, William Brockhaus y el cantante realizaron un contrato mediante el cual el primero se obligaba a realizar trabajos de representación y manejo del artista, y el cantante le pagaría una determinada cantidad por dicho trabajo. Sin embargo, al paso de un tiempo, Luis Miguel incumplió el contrato ya que no ha pagado lo acordado en dicho contrato y además se rehusa a reconocer el mismo.
El demandante establece con claridad que probará ante la corte que los servicios realizados por él en favor del artista fueron de gran beneficio para el mismo y que hasta el momento el adeudo corresponde a la cantidad de 2 millones 100 mil dólares, además de que exige le sea cubierto el pago de honorarios de sus abogados y otros gastos lo cual representaría aproximadamente otros 15 mil dólares.
Luego de esto, Luis Miguel ha contestado a la demanda y establece claramente su disponibilidad para testificar y demostrar lo contrario a lo demandado. Además, el mismo Luis Miguel ha solicitado por medio de sus abogados que el caso sea remitido a otra corte norteamericana por cuestión de practicidad.
Tal y como ya hemos mencionado en otras notas de este blog, de ser probado y declarado por el tribunal el incumplimiento de contrato, Luis Miguel se encontrará obligado por el sistema norteamericano a reparar los daños y perjuicios que éste le ha causado al demandante y además tendrá que indemnizarlo de acuerdo a las leyes norteamericanas y el contrato mismo. Es importante señalar la necesidad jurídica que existe de que en un contrato de representación (como es el caso) se establezca con claridad cuáles serán las consecuencias jurídicas del incumplimiento y ante que tribunal se obligan a comparecer en el mismo supuesto. A pesar de que éstas reglas operen para casi todo contrato, es importante recordarlos y aludir el principio de legalidad que debe guiar todo acto jurídico.
Publicado por Francisco Zavala
Marzo de 2015
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